Unos Policías Detuvieron Una Camioneta En Un Retén—No Sabían Que Eran 12 Sicarios Del CJNG

Unos policías detuvieron una camioneta en un retén. No sabían que eran 12 sicarios del CJNG. Son las 6:50 de la tarde cuando el sargento Pedro Navarro toca con los nudillos el cristal polarizado de una RAM negra en el kilómetro 52 de la carretera Guadalajara, Puerto Vallarta. El vidrio baja apenas 10 cm.
El hombre del otro lado sonríe antes de pronunciar las palabras que cambiarán todo. Somos 12 del ZNG, todos armados. Ustedes son ocho. 30 m atrás, una segunda camioneta idéntica se detiene y siete sicarios bajan mostrando rifles de asalto. Lo que ninguno de ellos sabe es que Pedro Navarro no es un simple sargento de policía estatal.
Durante 12 años trabajó en la unidad especial antisecuestros, infiltrado en células del crimen organizado con 236 operativos exitosos a sus espaldas y una identidad falsa que el CJNG jamás descubrió. En la maleta de la segunda camioneta viaja el testigo que puede desmantelar la operación financiera del mencho.
Navarro tiene 5 segundos para decidir si mueren ocho policías o si activa el protocolo que lleva esperando usar durante 21 años de servicio. Viernes 3 de octubre de 2025, carretera federal 80, municipio de Tala, Jalisco. El sol de la tarde proyecta sombras alargadas sobre el asfalto caliente que despide vapores de gasolina mezclados con olor a pino de los cerros cercanos.
Pedro Navarro lleva puesto chaleco antibalas que le aprieta el pecho, gorra de policía estatal con el escudo de Jalisco bordado y pistola Glock 19 en funda reglamentaria. Tiene 43 años, pero aparenta 50. Arrugas profundas alrededor de ojos grises que han visto demasiado. Bigote poblado gris entre Cano, manos ásperas de quien ha trabajado toda la vida. El retén lleva activo desde las 4:30.
Revisión de rutina coordinada por policía estatal para detectar tráfico de drogas y armas en corredor Guadalajara costa. Cuatro patrullas blancas con franjas azules bloquean carril derecho. Conos naranjas reflejantes marcan zona de inspección. Ocho agentes, Navarro como comandante.
Dos oficiales veteranos, Ramírez y Torres, ambos con más de 15 años. Cinco elementos jóvenes recién egresados de academia. Han revisado 43 vehículos en dos horas. Camionetas pickup de campesinos con sandías, sedanes familiares rumbo a playa, autobuses de turismo, taxis colectivos. Rutina aburrida pero necesaria. El tráfico fluye lento pero constante.
Cada 15 minutos detienen vehículo aleatorio, documentación, maletero abierto, preguntas básicas sobre destino y propósito del viaje. Nada fuera de lo común hasta ahora. A las 6:50 exactamente aparece en curva la Ram Negra 2024. Navarro la no
Vidrios polarizados tan oscuros que son ilegales según reglamento de tránsito, sin placas delanteras obligatorias en Jalisco, llantas todoterreno, marca BF Goodrich, que cuestan más de lo que gana policía en 6 meses. Suspensión elevada indicando modificación. El instinto de 21 años de servicio le grita que algo no está bien.
Navarro levanta mano derecha indicando alto universal. La Ram frena suavemente a 5 m del primer cono naranja. Motor diésel ronroneando grave. No hay prisa en la maniobra. Tranquilidad calculada. Navarro camina hacia ventana del conductor, botas reglamentarias crujiendo sobre gravilla del acotamiento. El calor del asfalto sube en ondas visibles.
Detrás de él, el oficial Ramírez se posiciona junto a cajuela con mano cerca de pistola, protocolo estándar. Los otros seis agentes continúan revisando sed blanco adelante. Navarro toca cristal polarizado con nudillos tres veces. Toc, toc, toc. El vidrio baja con motor eléctrico apenas 10 cm, lo justo para ver rostro del conductor, pero no interior completo.
Un hombre joven, quizá 25 años, lentes oscuros estilo aviador que reflejan cara de navarro. Tatuaje oscuro asomando por cuello de camisa negra tipo polo. Expresión neutra, sin sorpresa ni nerviosismo. Demasiado tranquilo para ser civil común en retén policial. Buenas tardes, documentos del vehículo y licencia de conducir, por favor.
Navarro usa tono profesional pero firme, el que aprendió en academia hace dos décadas. El conductor no responde de inmediato, solo mira fijamente a través de lentes oscuros, como evaluando silencio incómodo de 5 segundos que se sienten como minuto entero. Navarro nota más detalles ahora que ojos se ajustan. Dentro van cinco hombres. Todos con gorras negras, lentes oscuros, ropa oscura, bultos rectangulares cubiertos con chamarra en asiento trasero. El copiloto tiene tatuaje de calavera en antebrazo derecho.
Todos portan fusiles de asalto AK47 y AR15 visibles contra pecho, sin intentar ocultarlos. Se posicionan alrededor de su camioneta en formación defensiva, cinco apuntando hacia retén policial. Dos vigilando retaguardia. Profesionales entrenados. El tráfico en carril izquierdo comienza a acelerar. Conductores huyendo de zona de peligro inminente. 30 segundos han pasado.
La tarde tranquila de Tala se transformó en tablero de ajedrez, donde próximo movimiento decidirá quién vive. Si estás escuchando esta historia desde tu ciudad, deja en los comentarios tu nombre y desde dónde nos estás viendo. Queremos saber cuántos están siguiendo esta historia real en tiempo real. Pedro Navarro mantiene mano sobre Glock, pero no desenfunda. Calcula rápido.
Ocho agentes con pistolas, 9 mm, 15 balas por cargador, 120 disparos totales máximo. Contra 12 sicarios con fusiles de asalto, 30 balas por cargador mínimo, 360 disparos. Además tienen chalecos antibalas nivel 4 que detienen calibre policial, mientras chalecos de policía estatal nivel dos apenas protegen contra pistolas.
En combate abierto, policías pierden en 90 segundos. Navarro lo ha visto antes. Balaceras entre carteles y fuerzas del orden donde oficiales caen como muñecos porque traen equipo inferior. El sudor le corre por 100 derecha, aunque temperatura ha bajado a 28 ºC. El conductor del RAM lo observa con paciencia infinita, esperando decisión.
Atrás, los siete sicarios permanecen inmóviles como centinelas, rifles apuntando casual hacia Retén. Los cinco agentes jóvenes miran a Navarro esperando orden. Dos de ellos nunca han disparado arma fuera del campo de tiro. Ramírez se acerca por izquierda. Voz baja. Comandante, ¿qué hacemos? Tenemos familias. Torres está pálido, mano temblando sobre pistola enfundada.
Los conos naranjas de repente parecen ridículos. Juguetes infantiles en escenario de guerra. Una camioneta pickup blanca se acerca por carril derecho sin saber de situación. Frena abruptamente al ver sicarios armados. Da reversa rápidamente hasta curva y desaparece con rechinido de llantas. El silencio es denso, solo interrumpido por ronroneo del motor diésel de la RAM y viento seco que viene de cerros trayendo olor a tierra y mequite.

Navarro respira hondo, tiene que decidir. Ahora, lo que ninguno de los 12 sicarios sabe es que Pedro Navarro no es simple sargento de Retén. Su historia comenzó hace 27 años en Ciudad de México, cuando ingresó a Policía Federal a los 16 como cadete. Mostró habilidades excepcionales, puntería perfecta, memoria fotográfica, capacidad para leer lenguaje corporal, frialdad bajo presión.
A los 22 fue reclutado por unidad especial antisecuestros, grupo élite que operaba contra células criminales infiltrándose en organizaciones. Durante 12 años vivió doble vida. Oficialmente era policía de tránsito en Guadalajara, pero secretamente trabajaba operaciones encubiertas contra cártel de Sinaloa, Losetas y eventualmente Coto NG.
Cuando surgió en 2010 participó en 236 operativos exitosos que resultaron en 1400 arrestos. Su especialidad era infiltrarse como contador, chóer o empleado común hasta ganar confianza y obtener información crítica. En 2014, operativo salió mal. Navarro estaba infiltrado como mecánico en taller de Tlajomulco que reparaba vehículos del CJNG.
News
El MiG-25 Era Invencible Hasta Que los F-15 Descubrieron Su Punto Débil
13 de febrero de 1981. El cielo sobre el valle de la beca de un azul penetrante y vacío. El…
El granjero fue a echar a su criada, pero al ver sus hijos hambrientos… ¡descubrió la verdad!
¿Alguna vez has sentido esa sensación desoladora de estar tan cerca de alguien que pasa viéndole todos los días, pero…
Ignoraron Su Idea Por ser Mujer hasta que Triplicó la Producción de Municiones y Salvó la Guerra
A las 7:10 de la mañana de un día húmedo de julio de 1943, la planta de municiones de Lake…
“Finge Ser Mi Esposa”,Dijo El Millonario A La Camarera Pobre— Pero Su Condición La Dejó Sin Palabras
No dejes que una camarera sucia toque mi copa. Las risas estallaron convirtiendo a la joven en la broma de…
ABANDONADOS SIN NADA… CONSTRUYERON UN IMPERIO DESDE UNA CABAÑA DESTRUIDA
AbaAbandonados sin nada, construyeron un imperio desde una cabaña destruida. Diego despertó con el sonido de goteras cayendo en el…
TRAS CAER… MILLONARIO FINGIÓ ESTAR INCONSCIENTE… LO QUE HIZO LA NIÑA LO DEJÓ EN LÁGRIMAS
Tras una caída en la escalera, Millonario fingió no despertar. Lo que la niña hizo lo dejó en lágrimas. Diego…
End of content
No more pages to load






