Recém-eliminado do BBB 25, Diego Hypolito publica clique de c_e_cas nase revela que não viveu um romance fora da casa
Do confinamento direto para a timeline dos seguidores, Diego Hypolito segue movimentando a internet com sua vida pós-BBB 25. Na tarde deste sábado (19), o ex-brother publicou uma foto de c_e_cas nasnas redes sociais, e aproveitou para deixar um recado bem direto para os fãs.
Diego Hypolito posa de c_e_cas nasnas redes e dispara: ‘Ainda não fiquei com ninguém’ — Foto: Reprodução/Instagram
A declaração foi feita nos stories e, claro, agitou quem acompanha o ginasta desde sua passagem pela casa mais vigiada do Brasil. Diego Hypolito foi o 20º eliminado do programa, deixando o reality na última quinta-feira (17), com 59,77% da média dos votos para eliminar, após disputar o Paredão com Renata e Vitória Strada.
Nada de cueca! Ginasta já havia revelado o hábito no Mais Você
Erro ao reproduzir o vídeo
Para assistir, tente carregar novamente
Tentar novamenteAjuda
Diego Hypolito revela que só usa sungas no seu cotidiano: ‘Só ando de sunga, em todos lugares que eu vou na vida’
A publicação chamou ainda mais atenção por um detalhe. O ginasta aparece de cueca, o que gerou surpresa entre alguns fãs mais atentos. É que, durante o BBB 25, o ginasta levantou curiosidade nos colegas de confinamento justamente por só usar sunga dentro da casa.
No tradicional café da manhã com Ana Maria Braga, na s**ta-feira (18), ele confirmou o que já tinha sido percebido dentro da casa mais vigiada do Brasil. Confira no vídeo!
Diego Hypolito explica por que gosta de andar de sunga e brinca: ‘Ontem me vi pelado e me assustei’
“Eu estou de sunga agora, eu só ando de sunga. Sempre andei de sunga. Eu acho que é porque eu gosto de ficar pelado, muito pelado dentro de casa”, disse.
Com ênfase no bom humor e autenticidade, Diego Hypolito vai conquistando seu espaço fora do confinamento. Seja com flertes com famosos, reencontros com pets (como o famoso Arthur Zanetti) ou cliques ousados. E o coração? Ainda disponível, pelo visto. 👀
/i.s3.glbimg.com/v1/AUTH_e84042ef78cb4708aeebdf1c68c6cbd6/internal_photos/bs/2025/v/B/5ohK44S0amNXZUHJZfCA/sarah-aline-1-.jpg)
News
Bienvenidos a Cuentos de Época. Suscríbete y cuéntame: ¿alguna vez la vida te llevó a un lugar inesperado que terminó siendo tu verdadero hogar?
Cuando Elisa bajó de aquel tren pensaba que encontraría un esposo pero lo que encontró fue mucho más grande Lo…
La nieve caía sobre Leópolis como un manto silencioso, cubriendo con su blancura engañosa las heridas abiertas por la guerra. En las calles, el viento arrastraba el eco lejano de botas militares, y el olor a humo y carbón quemado se mezclaba con un aroma más tenue… el del miedo.
El Corazón Bajo la Lluvia: La Historia de Sara y Isaac La nieve caía sobre Leópolis como un manto silencioso,…
El invierno más crudo se había instalado en Leópolis como un verdugo paciente. La nieve cubría las calles, pero en lugar de embellecerlas, parecía sepultar la esperanza. El viento cortaba como cuchillas, y el hambre se metía en los huesos como un huésped que no se marchaba.
La Rosa Bajo la Alcantarilla Prólogo El invierno más crudo se había instalado en Leópolis como un verdugo paciente. La…
La profesora Mendoza era el terror de la secundaria técnica número 47. Todos le teníamos miedo. Era esa maestra que te regañaba si llegabas un minuto tarde, que te bajaba puntos por tener el uniforme arrugado, que jamás sonreía y que parecía disfrutar reprobando estudiantes.
El viernes que cambió todo Era un viernes de noviembre cuando las cosas dieron un giro que jamás imaginé. Ese…
Nunca olvidaré la primera vez que Sofía me tomó la mano y me dijo:
Vendía pañuelos en el tren… y mi hija iba sentada Nunca olvidaré la primera vez que Sofía me tomó la…
El recuerdo más antiguo que conservo no es un cumpleaños, ni un abrazo, ni una voz cantando una canción de cuna. Es el de un estómago vacío gruñendo en medio de la noche, mientras me acurrucaba en una cama que olía a humedad. Tenía siete años y ya había aprendido a no llorar; las lágrimas no llenaban el plato, y en la vecindad donde vivíamos, los niños que lloraban demasiado solo conseguían más regaños que consuelo.
El recuerdo más antiguo que conservo no es un cumpleaños, ni un abrazo, ni una voz cantando una canción de…
End of content
No more pages to load
