🚫 La Fotografía Prohibida: La Clase Integrada de Josephine Bisset

La fotografía de 1885 encontrada en Nueva Orleans por la Dra. Angela Martinez fue prohibida en su momento porque mostraba una clase integrada (niños blancos, negros y criollos estudiando juntos) dirigida por una mujer negra, Josephine Bisset, en contravención directa con las leyes de segregación racial vigentes en el Sur de Estados Unidos durante la era posterior a la Reconstrucción.

Esta escena no solo era ilegal en la Luisiana de 1885, sino que era considerada “evidencia peligrosa” por las autoridades y los grupos supremacistas blancos, que veían la integración y la educación de calidad para los afroamericanos como una amenaza existencial al orden social.

🎓 La Maestra Revolucionaria

La maestra en la fotografía era Josephine Bisset, nacida en Nueva Orleans en 1857 en una familia de color libre. Su identidad y calificaciones hacían su misión aún más explosiva:

Educación Avanzada: Se graduó de la Sorbona (Universidad de París) en 1883 con un título en literatura y pedagogía. Su diploma, visible en la pared detrás de ella en la foto, era una declaración de igualdad intelectual.

Misión: Regresó a Nueva Orleans, donde las oportunidades educativas para los negros eran limitadas y la segregación estricta, para abrir una escuela.

🏫 La Escuela Clandestina (1884-1888)

La escuela de Josephine Bisset operó bajo la fachada de un “taller de costura” o de “tutorías de francés” en la calle Ursulin, en el barrio de Treme.

Detalle
Hecho
Impacto Político

Integración
La clase de Bisset incluía a 15 estudiantes de diversas razas: niños negros, blancos, y criollos, sentados uno al lado del otro.
Violación de la ley de segregación de Luisiana. Se castigaba con violencia o encarcelamiento.

Financiación
Fue parte de una red clandestina apoyada por el American Missionary Association (AMA) y simpatizantes progresistas del Norte.
Esto alimentó la narrativa de que “agitadores externos” estaban corrompiendo la juventud sureña.

Asistencia Blanca
Familias blancas progresistas (como la de Clara Whitmore, abolicionista) o familias ricas que buscaban una educación superior a la de las escuelas blancas locales arriesgaron el envío de sus hijos, manteniendo el secreto bajo el pretexto de “tutoría francesa”.
Esto demostró que, en privado, la excelencia educativa era valorada por encima de la barrera racial por algunos.

💣 Destrucción y Supervivencia

La fotografía fue tomada en marzo de 1885 por el fotógrafo Robert Morrison, un abolicionista que buscaba documentar la existencia de la clase para los patrocinadores del AMA. La nota “Destruir todas las copias. Evidencia peligrosa” fue una precaución de Morrison, ya que entendía que el retrato ponía en peligro a todos los involucrados.

El destino de la escuela fue trágico pero su legado perduró:

Raid (Marzo de 1885): Semanas después de tomarse la foto, la escuela de Bisset en la calle Ursulin fue asaltada por las autoridades y una turba que destruyó libros y mobiliario, bajo el cargo de “asamblea ilegal y mezcla de razas”.

Resiliencia: Bisset continuó su misión educativa, moviendo la escuela a lugares rotatorios (sótanos de iglesias, áticos, almacenes) durante 1885 y 1886. El número de estudiantes incluso aumentó a 23, según el fotógrafo Morrison.

Intento de Asesinato (Marzo de 1888): La turba intentó quemar vivo a Bisset y a sus estudiantes, incendiando uno de los lugares de enseñanza en la calle Dolphin. Solo su vigilancia salvó a los niños.

⛓️ El Juicio y el Legado Ineludible

En agosto de 1888, Josephine Bisset fue finalmente arrestada y acusada de múltiples cargos, incluida la “corrupción de la moral de los niños blancos a través de la asociación inapropiada con niños negros”.

Su testimonio en el juicio fue un momento cumbre de desafío a la supremacía blanca:

“Soy culpable de creer que todos los niños merecen educación. Soy culpable de creer que el color de la piel no determina la capacidad intelectual o el valor moral… Si deben castigar a alguien por el crimen de creer en la igualdad humana, entonces castíguenme. Pero sepan que cada niño que enseñé lleva consigo el conocimiento de que otro mundo es posible.”

Fue declarada culpable, pero el juez, bajo la presión de la prensa del Norte, le ofreció la opción de exiliarse o ir a prisión. Bisset se negó a hacer ambas cosas, afirmando que Luisiana era su hogar y que la educación era su propósito.

Sentencia: Cumplió 3 meses de prisión parroquial.

Legado a Largo Plazo: Al ser liberada, Bisset no huyó. En enero de 1889, abrió la Bisset Academy for Colored Youth, operando legalmente dentro de las pautas segregadas de “separados pero iguales”. Continuó su trabajo, enseñando a más de 800 estudiantes negros, muchos de los cuales se convirtieron en activistas y educadores en el siglo XX. En secreto, continuó dando “lecciones suplementarias” a niños blancos por las noches, sembrando las semillas de la integración en la próxima generación.

La fotografía de 1885, que se salvó al ser escondida, se convirtió en la prueba de que, incluso en el momento más oscuro de la segregación, hubo quienes demostraron que “las barreras que se nos dice que son naturales son en realidad construidas, y lo que se construye puede ser desmantelado.”