La Desaparición en el Bosque y el Secreto de la Carretera

 

En agosto de 2019, en el noreste de Estados Unidos, Kyle Bennett, un gerente de 31 años de Vermont, se embarcó en una caminata en solitario cerca de la frontera de Nueva York y Canadá. Kyle, un hombre tranquilo que buscaba la soledad en la naturaleza, llamó a su madre con frecuencia durante los primeros dos días. El último mensaje fue una foto de una colina con árboles: su última comunicación.

Una semana después, cuando Kyle no regresó, su madre alertó a la policía. La búsqueda inicial fue infructuosa. El senderista, con su mochila ligera para un viaje de pocos días, parecía haberse esfumado en el bosque.

 

El Horrible Descubrimiento

 

Mientras la policía seguía rastreando los senderos, a 90 km de su última ubicación conocida, en una concurrida carretera paralela a la frontera canadiense, un empleado de un café de carretera hizo un descubrimiento espeluznante. Al abrir un contenedor de basura, encontró un paquete negro envuelto en película plástica industrial. Dentro, había un torso humano sin cabeza ni extremidades.

El hallazgo desató una búsqueda que reveló el macabro patrón del asesino: el resto de las partes del cuerpo (un brazo, las dos piernas, y finalmente la cabeza) fueron encontradas en diferentes contenedores de basura a lo largo de la carretera, todas envueltas en el mismo tipo de plástico y cinta adhesiva.

La autopsia confirmó que la víctima había muerto por múltiples puñaladas en el pecho y el cuello, y que el desmembramiento ocurrió post mortem. Las huellas dactilares y el ADN confirmaron la identidad: Kyle Bennett. La búsqueda de una persona perdida se había convertido en una caza de asesinos.

 

La Pista del Camionero

 

La clave de la investigación fue el material de embalaje. La película plástica industrial llevaba el logotipo parcialmente borrado de una gran empresa de logística. Los detectives enfocaron su atención en las grabaciones de las cámaras de seguridad de la carretera.

En una gasolinera a 70 km de Plattsburgh, una cámara capturó un camión deteniéndose junto a un contenedor de basura en la noche. El conductor bajó, arrojó una gran bolsa negra y se marchó. La matrícula del camión, visible a pesar de la mala calidad, estaba registrada a nombre de Glenn Shipley, de 49 años, un camionero de larga distancia con antecedentes por agresión con arma blanca contra un turista en 2004.

Shipley fue detenido en un área de descanso. En la cabina de su camión, los investigadores hicieron varios hallazgos impactantes:

Rastros de sangre

      de Kyle Bennett en las costuras de un pequeño congelador integrado.

 

      Una colección de

docenas de fotografías

      de hombres solitarios con mochilas, tomadas en secreto en estacionamientos y senderos, lo que demostraba que Kyle no había sido una víctima al azar.

 

      Rollos de la

misma película plástica industrial

    y un cuchillo plegable con rastros de sangre.

La Impulsa Asesina y la Confesión

 

Bajo interrogatorio, Shipley terminó confesando. Afirmó que vio a Kyle haciendo autoestop cerca de Plattsburgh al anochecer. Lo convenció para que subiera a la cabina, con la excusa de llevarlo a un pueblo cercano. En lugar de eso, se desvió por una carretera forestal. Cuando Kyle se dio cuenta y pidió que lo dejara bajar, Shipley frenó bruscamente.

Sacó un cuchillo y lo apuñaló repetidamente en el pecho y el cuello.

—Todo duró menos de un minuto —confesó.

Después, envolvió el cuerpo en la película plástica y lo guardó en el pequeño congelador de la cabina. Durante los días siguientes, Shipley continuó con sus entregas, con el cuerpo oculto. Más tarde, desmembró el cuerpo con el cuchillo y una sierra pequeña, y se deshizo de las partes en diferentes basureros a lo largo de su ruta, creyendo que nadie lo descubriría.

Aunque Shipley insistió en que el asesinato fue un “impulso” y que Kyle era su única víctima, la colección de fotografías sugirió a los investigadores que el camionero había estado planeando atacar a viajeros solitarios durante años.

El jurado lo encontró culpable de asesinato en primer grado y profanación de cadáver. En 2021, Glenn Shipley fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

La historia de Kyle Bennett se convirtió en un trágico recordatorio de los riesgos que acechan en los viajes solitarios. Un hombre ordinario que solo quería disfrutar de la naturaleza se encontró con la persona equivocada en el momento equivocado, pagando con su vida por la oscura obsesión de un asesino en serie de la carretera.