En lo más profundo de la sierra mixteca, en San Juan Mixtepec, uno de los municipios más pobres de Oaxaca y de todo México, una historia ha estremecido a miles de personas en redes sociales: la historia de Marisol, una niña de apenas 12 años que, tras quedar huérfana, ha asumido la responsabilidad total de cuidar y mantener a sus tres hermanitos menores.

Su voz infantil, cargada de una valentía que duele, resuena como un grito silencioso:

“Yo ya no tengo tiempo para la escuela… ahora soy la mamá de mis hermanos.”

Una tragedia que la dejó sin infancia

Todo cambió hace solo unos meses, cuando sus padres, campesinos jornaleros, murieron en un accidente carretero cuando regresaban de vender frutas en el mercado de Tlaxiaco. La noticia paralizó al pequeño pueblo, pero aún más impactó la decisión de Marisol: no permitir que separaran a sus hermanos en casas hogar.

“Si nos separan, mis hermanitos van a sufrir más. Yo los voy a cuidar, aunque tenga que dejar todo”, contó a una vecina entre lágrimas.

Desde ese momento, Marisol dejó la escuela, los juegos y los sueños de niña para convertirse en cabeza de familia.

El día a día de una hermana convertida en madre

Cada día, Marisol se despierta a las 5 de la mañana, prepara avena o tortillas con sal para sus hermanitos, limpia la pequeña casa de adobe donde viven y luego camina al pueblo más cercano a vender pan y limpiar casas por unas pocas monedas. Con lo poco que gana, compra arroz, frijol y, si tiene suerte, algo de leche.

El más pequeño de sus hermanos tiene solo 2 años, y necesita cuidados constantes. Marisol lo carga en un rebozo mientras trabaja.

Vecinos del lugar han empezado a ayudar con ropa usada y comida, pero aseguran que la niña necesita atención urgente, tanto emocional como económica.

“La veo caminar descalza con su hermanito en la espalda. Es fuerte, sí, pero es una niña, no debería vivir así”, dice doña Anita, una vecina de la comunidad.

¿Y las autoridades?

Hasta ahora, no hay respuesta clara del DIF o del gobierno estatal. Algunos trabajadores sociales han visitado el hogar, pero la menor teme pedir ayuda por miedo a que le quiten a sus hermanos. Ha rechazado albergues, servicios y cualquier opción que implique separarse de ellos.

“Prefiero pasar hambre que vivir sin ellos. Somos lo único que nos queda”, dice con determinación.

Una historia que refleja la pobreza y abandono en México

San Juan Mixtepec tiene uno de los índices más altos de marginación en México. El acceso a salud, educación y servicios básicos es limitado o inexistente. Casos como el de Marisol no son aislados, pero rara vez llegan a ser conocidos fuera de la comunidad.

Esta historia ha dado la vuelta a redes sociales bajo el hashtag #MarisolHermanaMadre, donde miles de personas piden acciones urgentes del gobierno federal y estatal para proteger a esta familia y evitar una tragedia mayor.

¿Qué se puede hacer?

Organizaciones civiles han comenzado a organizar colectas y ya se están recibiendo donaciones de ropa, comida, útiles escolares y apoyo económico. Se exige también que Marisol y sus hermanos puedan tener acceso a una vivienda digna, asistencia psicológica y una red de protección infantil real.

“México no puede permitir que una niña de 12 años cargue con el mundo. Es momento de actuar”, señala una activista de Oaxaca.


Si deseas apoyar a Marisol y a sus hermanitos, puedes seguir las iniciativas en redes sociales usando el hashtag #MarisolHermanaMadre o contactar a organizaciones como Niñez en Peligro y Red de Apoyo Infantil Oaxaca.
Porque ningún niño debería dejar de ser niño para convertirse en adulto por obligación.