El teléfono vibró en la palma de mi mano, un presagio familiar de desastre. La pantalla se iluminó con el…
Episodio 1 Tenía solo 12 años cuando su infancia terminó en sangre y gritos.Su nombre era Mariam. Una niña inocente…
I’ve never been one to believe in superstitions. Not in dreams, not in omens, and even less so in the…
My Wife Always Baths in Blood After We Make Love — But Now I Understand WhyEpisode 1 The first time…
Capítulo 1: La Soledad de la Noche Eran las dos de la madrugada y la cocina de Leah Anderson parecía…
Capítulo 1: Un nuevo amanecer En las afueras de Málaga, donde la tierra se agrieta bajo el sol y el…
Las sombras de Ben Capítulo I: El Eco de un Lazo Indisoluble En el pueblo de Timucuy, un rincón del…
Nunca olvidaré la primera vez que Sofía me tomó la mano y me dijo:—Mamá, ¿por qué ya no está papá?…
La Maestra que Creíamos Detestar En la secundaria técnica número 47, el nombre de la profesora Mendoza bastaba para helarnos…
Ese día no lo sabía. En mi memoria, es una imagen nítida, casi dolorosamente clara, de una escena tan cotidiana…
Cuando Elisa bajó de aquel tren pensaba que encontraría un esposo pero lo que encontró fue mucho más grande Lo…
El Corazón Bajo la Lluvia: La Historia de Sara y Isaac La nieve caía sobre Leópolis como un manto silencioso,…
La Rosa Bajo la Alcantarilla Prólogo El invierno más crudo se había instalado en Leópolis como un verdugo paciente. La…
El viernes que cambió todo Era un viernes de noviembre cuando las cosas dieron un giro que jamás imaginé. Ese…
Vendía pañuelos en el tren… y mi hija iba sentada Nunca olvidaré la primera vez que Sofía me tomó la…
El recuerdo más antiguo que conservo no es un cumpleaños, ni un abrazo, ni una voz cantando una canción de…
Entré a la panadería con el estómago vacío… y el alma aún más. Tenía ocho años. Y si me preguntas…
Entré a la panadería con el estómago vacío… y el alma aún más. Tenía ocho años. Pero lo cierto es…
La herencia oculta en una taza Me casé muy joven, apenas a los veintitrés años. Jorge, mi esposo, era el…
Entré a la panadería con el estómago vacío… y el alma todavía más. Tenía ocho años, los pies descalzos, las…