La Casa en la Colina I. Infancia en la sombra Arturo creció mirando hacia arriba. No solo porque la casa…
La casa en la colina 1. Infancia en la sombra Desde que tenía memoria, Nam había vivido a los pies…
1. Sombras en la mesa familiar Desde que tenía memoria, Nam había vivido al pie de la colina, en una…
Prólogo: La sentencia “La casa es para tu hermana. Tú nunca fuiste más que las sombras de estas paredes.” Mi…
Prólogo: La frase que lo cambió todo A veces, las heridas más profundas no vienen de un enemigo, sino de…
La lluvia caía con una furia constante, como si el cielo quisiera lavar cada rincón de la ciudad. El asfalto…
Los miércoles a las tres en punto se habían convertido en el ancla de mi semana.En un mundo que parecía…
Bajo la Tormenta La lluvia caía implacable sobre el asfalto, creando pequeños ríos que corrían hacia las alcantarillas. Desde el…
Me llamo Ajoke.Acababa de perder a mis padres y había dejado la escuela. Tenía 26 años, estaba sin trabajo, sin…
El pasillo se quedó en silencio. Ella permaneció allí, temblando con su vestido de encaje de diseñador, mientras la voz…
I. El hombre del traje gris Solía ser fácil reconocerme en las mañanas: camisa blanca impecable, traje gris planchado con…
Limpié sus mansiones durante 10 años; nunca supieron que el chico con el que llegué era mi hijo… hasta que…
“Flores para la memoria” El sol de la tarde bañaba las calles polvorientas de San Miguel con una luz dorada…
La flor que nunca se marchitó Las calles de San Miguel siempre olían a pan caliente y a tierra mojada…
La camioneta de Julien avanzaba lentamente por la carretera helada, con los faros atravesando las espesas cortinas de nieve arremolinada….
No fue la correa lo que más dolió. Fue la frase antes del golpe. Si tu madre no se hubiera…
Capítulo 1: El eco del puerto En 1996, en un barrio humilde de Valparaíso, vivía Tomás Hidalgo, un muchacho de…
Capítulo 1: El legado de Miguel Cuando sonó el timbre esa mañana, ya sabía que era don Carlos. Lo había…
Mi nombre es Gabriel y tengo diez años. Mamá siempre dice que soy especial, pero yo no entiendo por qué….
Capítulo 1: El ritual del crepúsculo Martín Hernández tenía ochenta años y un andar lento, marcado por las rodillas gastadas…