Mi Esposo Duerme en el Baño Cada Noche – Episodio Final
Esa madrugada, cuando abrió la puerta y se giró, me encontró despierta.
Mis ojos ya lo habían descubierto.
Se detuvo en seco, con una sorpresa que no supo ocultar.
Antes de que pudiera decir algo, murmuró con voz tensa:
—Oh… ya estás despierta.
Lo observé fijamente.
Había algo en su mirada, un peso que le oprimía el alma.
Iba a romper la promesa que me había hecho de no volver a hacerlo.
Me incorporé y le dije con suavidad:
—Amor… no te ves bien. Estás preocupado… háblame.
Él respiró hondo, caminó hacia mí y me mostró su teléfono.
Era un mensaje del casero: la renta estaba vencida.
Luego, con voz quebrada, me habló de las cuentas acumuladas, de los pagos que no podíamos seguir postergando.
—¿Y cuál es el plan? —pregunté, aunque temía la respuesta.
Hubo un silencio pesado…
—El comprador me llamó otra vez. Esta vez paga más…
Planeo hacerlo solo una última vez. Con ese dinero podremos saldar todas las deudas.
Me quedé sin palabras.
Sentí un nudo en el pecho, debatiéndome entre dos decisiones imposibles.
Finalmente, con lágrimas en los ojos, susurré:
—Está bien… hazlo.
Me giré, dándole la espalda, avergonzada de aceptar algo que me destrozaba por dentro.
Él me tocó el hombro con ternura.
—Todo estará bien, amor.
Lo vi entrar al baño… tomar aquella botella de plástico.
Las lágrimas me nublaron la vista.
—¡Espera! —grité de pronto—. No puedo con esto… No puedo permitirlo. Debe existir otra salida.
Él salió confundido.
—¿Y qué propones?
Lo hice sentarse conmigo en la cama.
Empezamos a pensar: ¿y si pedíamos prestado?, ¿y si buscábamos algún trabajo rápido?
Pero mientras hablábamos, el teléfono sonó otra vez.
Era el comprador.
Algo en mí se encendió.
Tomé el celular y contesté con firmeza:
—Mi esposo ya no hará ese “negocio”. Él es un hombre nuevo. Así que deje de llamarlo.
Colgué. Me derrumbé en llanto.
Él me abrazó fuerte.
Entonces recordé algo que mi abuela siempre me decía:
“Cuando llegues a una encrucijada, recuerda orar.”
Ella era una mujer de fe inquebrantable.
—Amor, vamos a orar. Dios nos dará una idea y saldremos adelante —le dije.
Nos arrodillamos, oramos… y, de pronto, una idea me golpeó la mente.
—¿Y si empezamos recogiendo basura de las casas? Limpieza, recolección, lo que sea.
Él pensó un momento y sonrió.
—Sí… eso podría funcionar.
Esa noche dormimos en paz.
A la mañana siguiente, cuando el casero llegó, le pedimos más tiempo y le contamos nuestro plan. Sorprendentemente, aceptó.
Y así empezó todo.
Casa por casa, limpiando patios, recogiendo bolsas de basura.
Al principio, recibíamos pagos pequeños… pero constantes.
Con el tiempo compramos una carretilla.
Después, un camión.
Hoy… somos una empresa registrada, con cientos de trabajadores.
Construimos nuestra propia casa.
Tenemos tres hijos hermosos.
Recuerdo cada noche en que estuve junto a él, ayudándole a dejar atrás aquella costumbre destructiva.
No dejé de orar.
No dejé de amar.
¿El viejo hábito? Desapareció para siempre.
Ahora es él quien no me deja descansar… y me encanta.
Lo hacemos juntos, con amor, con alegría.
Somos una familia feliz.
Tenemos más de lo que alguna vez soñamos.
Esta historia es prueba de que los malos hábitos se pueden vencer, que una sola idea puede reconstruir un futuro…
Que nunca hay que tomar el camino equivocado para llegar a la cima.
Y, sobre todo… que nunca hay que olvidar orar.
Fin
News
Una niña irrumpe en la boda del CEO – “¡Ella está mintiendo sobre el bebé!”… Él detiene los votos en shock
La luz del sol de la tarde se filtraba a través de las vidrieras de la Capilla de Santa Catalina,…
Mi marido se mudó con su amante. En silencio, llevé a mi suegra postrada en cama y se la entregué. Antes de irme, dije algo que los dejó a ambos pálidos…
Miguel y yo llevábamos 7 años casados. Nuestro matrimonio no era un cuento de hadas, pero siempre me esforcé por…
La gerente humilló a un anciano en el banco… y horas más tarde perdió un contrato multimillonario
—¡No pueden entrar aquí y armar un lío! —Lavoz aguda resonó por los suelos de mármol del Westbridge National Bank.Todos…
Alma acababa de comenzar su turno nocturno en el lujoso hotel donde trabajaba como limpiadora.
Capítulo 1. El Encuentro Bajo el Puente La ola de calor de julio azotaba la ciudad como si el sol…
“SOLO QUERÍA QUE MI ESPOSA LE DIERA 50 MIL PESOS A MI CUÑADA PARA EL PARTO, PERO ELLA ARROJÓ ALGO AL CENTRO DE LA SALA QUE ME DEJÓ HELADO…
Tengo una hermana menor que se casó hace poco más de un año y ahora está a punto de tener…
La sirvienta negra dormía en el suelo con el bebé — el multimillonario la vio… Y entonces ocurrió algo extraño…
—¡Maldita sea! ¿Qué demonios crees que estás haciendo? Sucio. Asqueroso. Eso es algo que no tocas. Lo sirves. Lo vigilas….
End of content
No more pages to load